Más testigos ratificaron la brutal agresión a Matías Auderut: “Le dieron con una picana y le incrustaron una llanta en la cabeza”
Tres personas declararon ante el Tribunal de la Cámara Penal Nº2. Dos de ellos trabajaban como mozos en Say No More y el restante era seguridad aunque esa noche estaba de descanso. “Estuvimos una hora y media llamando a la Policía y nunca vino nadie”, rememoró una joven.
En el inicio de la semana se concretó la tercera audiencia en el debate oral que se sigue por el homicidio de Ibar Matías Auderut, el joven que murió en enero de 2019 luego de recibir una golpiza a la salida de un bar, en avenida Illia y Constitución. El Tribunal está conformado por Hugo Saá Petrino, Fernando de Viana y Adriana Lucero Alfonso.
La primera en sentarse hoy ante los jueces fue Camila Calvo, que era moza en Say No More. Relató que esa noche estaba trabajando y Matías tuvo que ser sacado del lugar en tres oportunidades. Indicó que cuando se produjo el ataque todos salieron “a intentar frenar la situación”.
“Le dieron con picana, dos veces le abollaron el cráneo, en mi cara, con una llanta incrustándosela”, detalló sobre ese momento. Precisó que el agresor tenía tatuajes en el rostro (uno de ellos era “una a de anarquía”), y que “era gente que iba siempre al bar”.
“Ya habíamos tenido conflictos porque se hacía difícil trabajar en situación de violencia constante. Ya venía de hace mucho tiempo”, continuó.
Calvo explicó que Auderut primero peleó “con un chico de rastas” que era brasilero. Luego de eso, se alejó hacia el cantero central desde donde “siguió arengando, discutiendo y le dieron el picanazo”. No pudo responder con exactitud, pero estimó que se trató de la misma persona.
La joven puntualizó que los involucrados fueron tres. Y añadió: “Cuando le incrusta las llantas, mi compañero sale corriendo y se la saca”.
El Tribunal le exhibió dos filmaciones que fueron incorporadas a la causa donde se ve parte de la golpiza, que fue grabada por uno de los clientes del bar, que declaró la semana pasada. También le hicieron reconocer el elemento con el que lo violentaron.
“Matías iba siendo golpeado en etapas. Y de esa misma esquina salió caminando. Se fue con sangre en la cabeza”, recordó. Además hizo alusión a la falta de asistencia de las fuerzas de seguridad: “Estuvimos una hora y media llamando a la Policía y nunca vino nadie”.
Respecto a cómo se encontraban por implicados, Calvo dijo que “todos por encima de alcohol y sustancias, estaban en un estado de violencia muy elevado”.
Por el hecho, están imputados Federico Zamudio, Fabián Pino y Gilcimar Vispo Souza. El último tiene un pedido de captura internacional. Zamudio está representado por el defensor Oficial Víctor Endeiza y Pino por Esteban Sala también defensor oficial.
La querella está conformada por las abogadas Adriana Algarbe y Viviana Martínez.
Ariel Molina desempeñaba la misma función, pero esa madrugada del 30 de diciembre de 2018 permaneció dentro del local. Contó que a Auderut lo había visto “un par de veces”.
El hombre sólo pudo ver que “hubo un tumulto muy grande” y cuando salió advirtió que se iba “agarrándose la cabeza” y “un muchacho de rastas lo perseguía de atrás con una rueda bicicleta”.
:Uno de mis compañeros había salido en auxilio de Matías. No pude ver la pelea. Sólo un video después”, sostuvo.
Molina además reconoció que “eran habituales las peleas en la avenida Illia” y no recordaba con exactitud si hubo un llamado al 911.
El tercer testigo fue Pablo Rivero, personal de seguridad de Say No More. Según transmitió ese día “tenía franco y pasaba por el lugar saludando”. Más allá de eso, cuando vio que Matías estaba allí dijo que fue y lo sacó debido a que “tenía prohibida la entrada”. Expuso que lo llevó hasta la calle Falucho y cuando retornaba al negocio lo insultaba.
El trabajador indicó que después de eso se fue a otro boliche y horas más tarde supo lo que había ocurrido.
A su vez, fundamento el impedimento para que Auderut estuviera dentro del Say No More en que “era una persona conflictiva cuando estaba pasada de alcohol”. “Lo había sacado meses antes por problemas que causaba en el bar. Esa noche estaba bastante borracho”, aseguró.
Luego de eso, el Alto Cuerpo decidió pasar a un cuarto intermedio para culminar la etapa de pruebas testimoniales y que las partes realicen los alegatos.